domingo, noviembre 29, 2009

Música funcional

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El pop latino
el reggaetón
otros sonidos alienantes
suenan en la fábrica
a cada hora
todo el tiempo.
Todos los días lo mismo
los mismos temas
el mismo ruido.
Esto que es funcional
a un mecanismo de producción
también lo es a un sistema de explotación.
Esto no lo sabe
la muchacha que tararea su canción
que le han dado a elegir en el top 40.
Ni el hombre cargando el pesado bulto
que pasa junto a una ventana y mira
intuyendo acaso
que allá afuera se difunde la diversidad.

domingo, noviembre 22, 2009

Poema de Marcela Pernía

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Ayer me enteré de la muerte de Marcela. Fue esta semana, el martes.
Y hoy es su cumpleaños.
Ella tenía los blogs -hoy cerrados- Itinerarios del arte, Letra deriva y otros.
Todos estos años compartimos cosas. Nos hicimos amigos. El año pasado
nos vimos en la presentación de Musas. Esa fue la única vez, y disfrutamos mucho
el encuentro junto a otros buenos amigos.
Conservé un poema de ella, sin título, que tanto habla de sus obsesiones, de sus búsquedas poéticas, de su vida.
La frase que antecede al poema también es de Marcela y me la envió Adal, el hippie viejo.
Este es mi simple homenaje.
Gracias, Marcela. Te recordaré siempre.
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…Zambullida en el medio de las cosas,
con las manos sucias, de rodillas
para después alcanzar las estrellas.
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Busco un aroma que evoque una imagen
al otro lado del espejo.
Tengo acuarelas que dividen el sol en haces amarillos.
La poesía desea decir.
Goza con la muerte del lenguaje.
Lo astilla, lo subvierte; es su esclava.
Y goza de lo que él no dice.
Las palabras que me rondan no son las mismas
que rondan el sonido.
Son mares. Son tormentas.
Los huecos son rojos. La noche es roja.
Necesito de mi deseo para no perderme.
¿Esa mano que escribe de mí, quién es? ¿Qué es?
Busco profanar sentidos. Respirar
palabras sacrificadas en el altar de la comunicación.
Soy mi propia Babel. Quiebro la correspondencia
entre las palabras y las cosas.
Escribo. Voy hacia el abismo.
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Marcela Pernía

lunes, noviembre 16, 2009

El tiempo

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De chico pensaba que si hundía un reloj
en un balde con agua
el tiempo se detendría para siempre.
Nunca me atreví a sacrificar ninguno de los relojes
que habitaban la casa.
Ni a poner en peligro al tiempo.

lunes, noviembre 09, 2009

Con un pájaro en un ojo *

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Cuando un pájaro te entra en un ojo
lo mejor es quitarlo inmediatamente.
Al ojo, no al pájaro.
El pájaro ocupará el lugar del ojo.
No es que yo lo haya practicado, pero
¿acaso hay algo más bello
que mirar la realidad con un pájaro,
aunque sea con un solo pájaro?
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*Este poema pertenece al libro Musas Extraviadas y nunca fue posteado en este blog.
Para ver el post con el poema en Mis Poetas Contemporáneos, que dirige Gustavo Tisocco,
pinchá
aquí.
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Y una nota que me hizo Clarice Baricco aquí.