domingo, septiembre 25, 2011

Juan Gelman


Juan elige sentarse al borde de una silla
desfondada. Ahí le crecen pájaros
tiernos nuevos
que revolotean por la ciudad en que nació.
Es seguro sí
que habrá más penas y olvido.
Y seguro también es que habrá más juanes
que sostendrán el mundo
con una palabra.
Luminosos juanes sentados al borde
de las cosas
resistiendo con versos previamente llorados
y amores que sí y que no
pero que son sin duda. Amores
que son como si supieran
que la cosa no es irse ni quedarse.
Como Juan sentado al borde de una silla 
con dulces hijos suyos nuestros
para que la poesía
sea un árbol sin hojas que da sombra.
Para que la poesía
sea un hombre sentado en una silla desfondada
que da pájaros.