sábado, mayo 15, 2010

Magia


Un poeta ve un árbol seco y le dispara una palabra.
El árbol insinúa caer pero se llena de pájaros.
De pronto pasan hojas verdes que vuelan en bandada
hacia el horizonte. Los pájaros se encogen de hombros
y murmuran no es por ahí. Las hojas vuelven agitadas y dicen
nos pasamos. Antes de enfundar su pluma el poeta la sopla.
Con el humo hace un ovillo y lo coloca en una rama del árbol.
Gracias por el nido dicen los pájaros.