domingo, diciembre 30, 2007

En la vidriera de la casa de ropa deportiva

El maniquí en la vidriera
no tiene cabeza
ni brazos
pero sus pies lucen
unas carísimas zapatillas blancas.

Gran metáfora.

Se dirá que las vidrieras
se inspiran en la vida real.

A los pies del maniquí,
en un rincón final -y sin precio-
yace una cucaracha patas para arriba.