viernes, mayo 01, 2009

Hombre rezando

Un hombre reza en un baldío.
Manos juntas al cielo.
Lágrimas de óleo y reguero después.
Los árboles con infinitos rostros.
O demonios. Cenizas de un fuego cuyo humo
repele a los mosquitos y asemeja un incienso
que se vuelve danza azul, plegaria lenta, triste,
a los pies del hombre.

Un hombre baldío llora fuego.
Su humo de plegaria
son manos juntas de óleo, de cenizas.
Un hombre es infinitos rostros, infinito humo,
infinito cielo. Los mosquitos son lágrimas de incienso.
Parecen lentos, tristes, parecen pies.
Los demonios del hombre rezan.
Todos los árboles azules danzan.




Aviso:

El día Jueves 7 de mayo a las 18 estaré firmando ejemplares en la Feria del Libro; en el Stand 823, de Editorial Dunken.


Ver aquí
La poesía en Cruzagramas
Un regalo muy lindo que me hicieron al postear la primera versión.
Gracias, Sebastián Barrasa, Gracias a todos!