domingo, marzo 29, 2009

Notas para un poema XXVII

Las tortugas copulan en el jardín. Emiten un sonido de reptil de película de ciencia ficción de los 50. Gozan. Y yo escribiendo…

El saco negro con caspa en los hombros colgado en la silla figuraba
un cielo estrellado.

La foto de la niña down en el cartel al costado de la avenida
General Paz, donde se lee: Tiene algo especial, te tiene a vos.

¿Y qué vas a decir entre lo dicho? ¿Campanas del vacío tañen como quien pica la senda escabrosa de las horas?
¿El de guardapolvo blanco dibuja un pez en lugar de un sol, que a la vez es un pez y es un sol? ¿Y qué vas a callar entre los pliegues de lo no dicho? ¿Lo callado es una piedra que espera ser esculpida?
Ya sale el pez y el día comienza. Las piedras juegan con las olas. Hay campanas vacías en las gaviotas: de estar por sonar, brillan. Está abierto como un tajo el día.

Destapar un libro y volcar las palabras en una palangana. Hundir las manos en la palangana y empaparnos la cara con palabras hasta volvernos completamente ilegibles.

Sombras tejen cuervos. Rincón final de la ciudad. Al amparo de la luna, un hombre se masturba y se conecta con el universo.