domingo, abril 27, 2008

Adiós…

… o hasta luego, o hasta cuando sea.

Queridos amigos: abandono mis blogs. Necesito un descanso y hacer otras cosas. Discúlpenme
por favor que no los visite. Todos sus blogs y su compañía son muy valiosos para mí.

Les dejo un puñado de poemitas que pensaba ir posteando de a poco y que acabo de enumerar y darles un orden. Espero sean de su agrado y sepan perdonarme la ausencia.
Hasta la próxima. Un abrazo y gracias.



1

En la noche
un hombre
da su nada.

Se vacía
en el gesto
de pedir.

La luna
duerme
en sus palmas.




2

Caer
de la herida.

Caer dentro.

Dentro es lugar
de muertos
que saludan.




3

Gorrión
en el pentagrama
de los alambres
de púas.

Salta a otro
alambre:
ya es otra nota.




4

Todo es
espejo
para el de los
ojos cerrados.

Pero
no hay
ojos cerrados:

hay párpados
que dan a luz
en sombras
de la mirada.




5

(Panadero
en el aire.)

Alma mía:
¿dónde vamos?

Panadero
del aire:

¿de dónde
nos conocemos?




6

Dar
lo inalcanzado,
lo soñado y
trunco.

Dar lo perdido.

Darse
es dar lo perdido.

Solo así
es darlo todo.




7

Orilla.

Relámpagos.

Olas a mis
pies.

Decime,
Patricia
-vos que andás
en otra luz-:
¿de qué conversan
el relámpago
y las olas?




8

La niebla
cubre lo hecho.

Hemos de nombrar
para hacer camino.




9

Pájaro fugaz.

Ráfaga en el
aire.

Feliz aquel
que no siente
la obligación de
existir.




10

No es
oscuridad
la nada.

Es luz
que no brilla.


Claridad
no habitada
por lo claro.




11

Huella en la arena:

no está descalza.

En las hendiduras
donde los dedos,
en esas gotas de
sombra,
alguien pisa todavía.




12


Cuando
de lo hablado
sólo queda
una fragancia.

Cuando
ya no tiene
palabras
lo hablado.




13

Lanzamos
la voz.

Abrimos
tajos
en lo oscuro.




14


Con todo
lo esperado
hago
poemas
como horas
que dan
luz
después de
muertas.




15

Desde afuera
hacia adentro
miro por la
ventana,
y en la silla
sin mí
espío mi muerte.




16

Sombra
sin cuerpo,
mi espera.

Se abraza
a cada cosa
que se mueve.




17

Aleteo
de pájaro
remontando
vuelo.

A mí
me fue dado
parpadear.




18

Pasamos
entre pulsos
sin saberlo.

También cada
sombra
es oscurecida
por su espejo.




19

De
pensar
ando
lleno.

De
pensar
hasta
vaciarme.




20

Hasta aquí
el poema.

A mí
me toca seguir

-vivir, morir-,

seguir siendo.