sábado, marzo 31, 2007

Pulsera

Un hombre fuma su cigarro
sentado en un bar. Pone la boca en O
y exhala círculos de humo
que flotan en el aire.

La mujer que vende flores
por las mesas, se acerca al hombre
y se coloca una pulsera de humo gris
en la muñeca izquierda.

sábado, marzo 24, 2007

Patricia

A mi hermana Patricia: 24-02-53 / 24-03-07



Donde sea que estés
-si hay un lugar- esperame un ratito más,
no me tardaré demasiado.

La vida es un soplo, un aleteo,
este latido vulnerado. Yo sigo siendo
el que sopla cenizas para que den espejos.

Patricia: la paloma blanca de tu ausencia
ha hecho un nido enorme en la ventana
más alta de mi alma. Inútil espantarla.

Al pie de tu muerte lloro y te recuerdo
y siento el horror de seguir vivo.
Mi corazón es un puño cerrado donde guardo
tu nombre, y ya no tengo la llave de tu risa
para abrirlo.

Hasta pronto, Patri, y hasta siempre
y no olvides, por favor, que yo te amo.

viernes, marzo 23, 2007

Guitarra negra, de Alfredo Zitarrosa

(Poema por milonga)


I. Introducción
Cómo haré para tomarte en mis adentros, guitarra... Cómo haré para que sientas mi torpe amor, mis ganas de sonarte entera y mía... Cómo se toca tu carne de aire, tu oloroso tacto, tu corazón sin hambre, tu silencio en el puente, tu cuerda quinta, tu bordón macho y oscuro, tus parientes cantores, tus tres almas, conversadoras como niñas... Cómo se puede amarte sin dolor, sin apuro, sin testigos, sin manos que te ofendan... Cómo traspasarte mis hombres y mujeres bien queridos, guitarra; mis amores ajenos, mi certeza de amarte como pocos... Cómo entregarte todos esos nombres y esa sangre, sin inundar tu corazón de sombras, de temblores y muerte, de ceniza, de soledad y rabia, de silencio, de lágrimas idiotas...

II. Allanamiento
Hoy anduvo la muerte buscando entre mis libros alguna cosa... Hoy por la tarde anduvo, entre papeles, averiguando cómo he sido, cómo ha sido mi vida, cuánto tiempo perdí, cómo escribía cuando había verduleros que venían de las quintas, cuando tenía dos novias, un lindo jopo, dos pares de zapatos, cuando no había televisión, ese mundo a los pies, violento, imbécil, abrumador, esa novela canallesca escrita por un loco... Hoy anduvo la muerte entre mis libros buscando mi pasado, buscando los veranos del 40, los muchachitos bajo la manguera, las siestas clandestinas, los plátanos del barrio, asesinados, tallados en el alma... Hoy anduvo la muerte revisando mi abono del tranvía, mis amigos, sus nombres, las noches del Café Montevideo, las encomiendas por la Onda con olor a estofado, revisando a mi padre, su Berreta, su Baldomir, revisando a mi madre, su hemiplejia, al Uruguay batllista, a Arístides querido, a mis anarcos queridos bajo bandera, bajo mortaja, bajo vinos y versos interminables... Hoy anduvo la muerte revisando los ruidos del teléfono, distintos bajo los dedos índices, las fotos, el termómetro, los muertos y los vivos, los pálidos fantasmas que me habitan, sus pies y manos múltiples, sus ojos y sus dientes, bajo sospecha de subversión... Y no halló nada... No pudo hallar a Batlle, ni a mi padre ni a mi madre, ni a Marx, ni a Arístides, ni a Lenin, ni al Príncipe Kropotkin, ni al Uruguay ni a nadie... ni a los muertos Fernández más recientes... A mí tampoco me encontró... Yo había tomado un ómnibus al Cerro e iba sentado al lado de la vida... Pasé frente al Nocturno y la vida había pintado unos carteles... Pregunté en una esquina por la hora, y en la bolsa del hombre que me dijo la hora iba la vida, junto con su almuerzo... Hoy dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas... y la noche entrará por todas las ventanas de mi casa, por todas las ventanas de todo el barrio, por todas las ventanas de todos los cuarteles y de todas las cárceles, por todas las ventanas de los hospitales... la noche entrará, cabeceando, saltará para adentro, sombra a sombra a la luz del farol... y se echará en el piso como un perro... y aguardará hasta la madrugada... Hoy... dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas, para siempre...


Alfredo Zitarrosa

sábado, marzo 17, 2007

15 de Agustina

Para mi hija Agustina en este día.



Estoy que te amo y que te amo
y dale con la sonrisa
y los besos acaramelados.

Ando con rosas en los pies,
mi alma de monopatín
y un barrilete en la mano.

sábado, marzo 10, 2007

Risa por mi muerte

Me reiré de vos, Muerte.

Me pondré un corte de mangas, una última
burla de tierna hacha en la sonrisa.

Cuando me encuentre ya en pleno estado de

des
com
po
si
ción:

me reiré con el alma llena, con los huesos,
me reiré las flores y las tumbas,
me reiré a los pies de tu desconcierto,
me reiré de tu vacío, de tu miedo ya sin sustos,
de tus rudimentos tan tristes, de tus adornos tan fríos.
me reiré en las mismas narices de tu desilusión.

Y así, con toda mi muerte a cuestas y de estreno,
me reiré de vos, Muerte tonta, bien reído,
porque yo soy nada.

sábado, marzo 03, 2007

Prado

Me despierto en madrugada.
La brisa por la ventana
viene como por un vestido.

Siento las manos vacías de tus pechos.

En el instante en que me debato
si levantarme o no para escribir tu nombre,
resguardarlo hasta de mí, plasmar la última imagen
en un verso, me quedo dormido y sueño
con un prado.

Un prado cuya calma se parece a tus pechos
sin mis manos.