sábado, marzo 03, 2007

Prado

Me despierto en madrugada.
La brisa por la ventana
viene como por un vestido.

Siento las manos vacías de tus pechos.

En el instante en que me debato
si levantarme o no para escribir tu nombre,
resguardarlo hasta de mí, plasmar la última imagen
en un verso, me quedo dormido y sueño
con un prado.

Un prado cuya calma se parece a tus pechos
sin mis manos.