En la esquina me recibe un perro negro
como yo, al que han dejado afuera.
.
La casa tiene un portón azul
como yo y un camino de malvones
hasta la puerta casi de piedra.
.
Después se extiende una larga fila de casas
hasta la otra esquina, todas desiguales,
donde se destaca un pino como yo
y un camión de mudanza.
.
Hay una señora como yo
vendiendo alfileres, agujas e hilo de coser
de puerta en puerta.
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Un vecino como yo sale con su diario,
su cartera lista. Saluda a sus hijos
que son como yo y se va apurando el paso.
.
En los adoquines como yo,
se presiente una lluvia y el águila de una sombra
de plátano acaricia la vereda.
.
La vereda es verde como yo
y despareja en su conjunto de árboles
de raíces descubiertas y huesudas como las manos
de un anciano.
.
La vereda es tranquila y hermosa a las nueve.
La mañana es dulce en las manos.
.
Un hombre como yo empuja su carro.
Se detiene en el basural de la vereda de enfrente
donde encuentra un viejo motor como yo
que bien podría ser de un lavarropas.
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Una pareja como yo desciende de un auto
frente a la casa que se alquila. Se besan en el
umbral y después ella busca una llave que tiene él
y que esconde tras su espalda.
.
Detrás del edificio del correo y arriba,
se alzan nubes como yo que urden la próxima tormenta.
La brisa arremolina un papel de propaganda.
El perro negro raspa los barrotes del portón.
.
La calle se vuelve gris como yo.
Nubes negras encadenadas como montañas boca abajo.
Más allá, bien arriba, parece verse a la muerte
en el puño de un dios. La muerte y la tormenta
en un mismo anuncio irrevocable.
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Pasa una mujer embarazada y su hijo tomados de la mano.
El chico carga una pelota como yo.
.
Pasa un hombre en bicicleta que tiene una boina como yo.
.
Todos se alejan.
.
Desde la esquina observo la calle. La perspectiva
me entrega árboles que se anudan por el viento,
y se persignan ante los adoquines que se dejan arrullar
por las ramas.
.
Ya no hay nadie en esta calle.
Y cuando el viento pare, empezará a llover una lluvia
como yo y cambiará el paisaje. Será una sola aguada,
un solo sonido extenso y fresco. Y todo brillará
y lucirá como recién creado.
.
En medio de la lluvia, seré yo completamente yo.
Esta calle, los árboles. Todas las cosas bajo un cielo
de ramas y hojas temblorosas.
Todas las cosas en una sola alma toda mía.
Leído por Alicia Pastore en este enlace
10 comentarios:
"se alzan nubes como yo que urden la próxima tormenta"
que bello! Es un placer leerte..
No te escribo aunque te leo a menudo. Esta vez te escribo para decirte que te has salido, que me has puesto todos los pelos de punta al leerte este Paisaje. Sabes? me ha recordado, no sé por que, a Juan Ramón Jimenez, por su sencillez, por su modestia, por su visión de la vida como un todo, como una sola alma de todos a la vez y muy de cada uno en particular. Chapeau Max!
Qué maravilla de visión y de sentir. Todos tus yoes forman parte del universo, al igual que nos ocurre a todos, pero nosotros no sabemos verlo.
Besos, poeta.
Que grande eres maestro... no me atrevo a escribir "como yo", sería una osadía aunque sé que no es así, solo a los seres especiales, aquellos que presienten la lluvia se les ha concedido la luz para escribir que todo es uno y uno lo es todo... Percepción Unitaria que decía krishnamurti. En fin es un placer volver siempre a hozar entre tus musas... como tú
Mis brazos siempre apretando fuerte.
Preciosa foto amigo. Hagámonos agua para recorrer el mundo!
Eres vida azul, camino sendero verde, un paraíso un cielo, un poeta, un hombre.
Un alma que vibra.
Un beso Máximo
Agostina: Muchas gracias. Un abrazo.
Cyllan: Pelos de punta, qué cosa: muchas gracias, me alegro mucho. Un abrazo.
María Coca: Muchas gracias, María. Qué lindo verlo, sentirlo. Un beso.
Manolo: Que grande es tu generosidad, amigo. ¡Muchas gracias!
Un abrazo enorme.
Cuiz: Qué lindoooo. Muchas gracias, amigo Un abrazo.
Oréadas: Eso que me escribiste es poesía, querida Charo. ¡Muchas gracias! Muchos besos.
¿Es así la vida?
¿la buena vida?
esa que invita a sentir cada aliento...
Gabiprog: Es sólo una mirada. Pero sí, qué lindo que lo digas, ese sentir intenso, esa especie de comunión con todo. Gracias, amigo. Un abrazo.
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