Toco tu barbijo, con un dedo toco un borde de tu barbijo, voy dibujándolo como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu barbijo se bajara, y me basta cerrar los ojos para que no entre un virus y recomenzar, hago nacer cada vez el barbijo que deseo, el barbijo que mi mano elige y te cose a la cara, un barbijo elegido entre todos, con minuciosa pulcritud elegido por mí para dibujarlo con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu barbijo que sonríe blanco por debajo del que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más cerca y sin peligro y entonces jugamos al doctor, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, las pupilas se dilatan y no es síntoma de nada, se acercan entre sí nuestros ojos, se superponen y los doctores se miran, respirando confundidos, los barbijos se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose la tela, rozándose, apoyando apenas los labios en la tela, jugando con el aliento que se expande por las paredes del barbijo, un aire pesado va y viene con su olor a asepsia y a trapo limpio, nuevo y silencioso. Entonces mis manos frotadas en alcohol buscan hundirse en tu pelo recién enjuagado, tu pelo sin liendres, acariciar sin miedo la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de goma espuma, llena de gasa, llena de estropajo, de pasillos de hospital, de sala de espera del dentista. Y si nos mordemos no pasa nada, y si nos ahogamos de tanto absorber el propio aliento y se nos nubla la vista y se nos humedecen las mejillas, esa densa muerte es bella, es muerte pero limpia, libre de virus y bacterias. Y hay una sola tela y un solo sabor a pañuelo lavado y yo te siento palpitar contra mí como una canoa cubierta por una lona.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más cerca y sin peligro y entonces jugamos al doctor, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, las pupilas se dilatan y no es síntoma de nada, se acercan entre sí nuestros ojos, se superponen y los doctores se miran, respirando confundidos, los barbijos se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose la tela, rozándose, apoyando apenas los labios en la tela, jugando con el aliento que se expande por las paredes del barbijo, un aire pesado va y viene con su olor a asepsia y a trapo limpio, nuevo y silencioso. Entonces mis manos frotadas en alcohol buscan hundirse en tu pelo recién enjuagado, tu pelo sin liendres, acariciar sin miedo la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de goma espuma, llena de gasa, llena de estropajo, de pasillos de hospital, de sala de espera del dentista. Y si nos mordemos no pasa nada, y si nos ahogamos de tanto absorber el propio aliento y se nos nubla la vista y se nos humedecen las mejillas, esa densa muerte es bella, es muerte pero limpia, libre de virus y bacterias. Y hay una sola tela y un solo sabor a pañuelo lavado y yo te siento palpitar contra mí como una canoa cubierta por una lona.
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31 comentarios:
Impecable!!
Usté es un verdadero resignificador de todo en poesía.
El Julio estaría abrazándolo y besándolo (con barbijo, claro)
P.D.: me dice ud. suerte para mañana y yo me pregunto: esto significará que no viene?
Gracias Sebastián!!!
La verdad no sé que hubiera dicho Julio.
Voy. Salvo que me levante muy mal. Pero voy. Llevo algo para leer.
está bueno... me parece inteligente tomar un texto ícono y ponerlo a valor de la psicosis de hoy... saludos M!!
Máximo, poeta cronopio debe ser... gracias por tus letras! (guanmortaim)
Resignificación por actualidad y, también creo, metáfora universal de la "no-entrega": cuántos besos se han dado de barbijos... cuántas lonas han cubierto nuestras/vuestras canoas...
Entristece... gracias que todavía hay poesía!
Jajajaja, Máximo, yo creo que el cronopio mayor se hubiera reído y hubiera disfrutado con esto.
Hoy me voy de aquí con ganas de leer o releer un poco de sus cosas. Seguro que lo hago.
Muchos besos
Es una belleza. Ademas de muy lucido de tu parte resignificar algo de Cortazar en estos momentos. ¡Valor agregado, que le dicen!
Te felicito
Abrazo
Maximo, sos genial
Resignificaste una de las partes más bellas de Rayuela. Increíble lo que lograste: añadiste al texto humor e ironía, y sin embargo sigue siendo bello.
Y yo sólo tengo para darte mi admiración y mis felicitaciones.
Jijijiji!!!
Me encanta el barbijo y como bien dice Sebastián, Julio te abrazaría. El día hoy lleva una sonrisa colgada en mi cara... te abrazo, Máximo.
Tan bueno que me dió escalofríos. Abrazos.
.-) Impecable. Ojalá no se auna relidad. Me cuesta a horrores no abalanzarme en el beso del saludo. Reconozco. Esta pandemia no va con mi forma de ser....
Cuando creas cuando eres...cuando buscas y encuentras cuando sigues buscando...libre de conectar...
Amigos de las letras ..y seguro que en ellas pueden ahora sentir el abrazo...en donde se encuentren ..en el tiempo...en la distancia...en el infinito...
fuertes y grandes abrazos con sonrisas
hasta la sonrisa!!!
Ídolos.
Ambos escitores.
Es un placer leerte Máximo.
Me dieron ganas de arrancarles el barbijo..
Un abrazo
Qué envidia me ha dado tu barbijo.
tuti
- Máximo con total limpieza ese barbijo recrea las mejores formas de usarlos, o de arrancarlos de a poco artesanalmente. Un abrazo y un beso. Ade
Buena Máximo, me gustó, Julia
Máximo!!! Sos un genio!!!
Un genio "poeta"...
Besos,
Keiko
Es genial. A Cortazar le hubiera gustado mucho.
Yo lo leo a usted.
Al Julio lo tengo en el horno.
Seguramente algún día desempate.
Abrazos desinfectados :-)
¿Barbijo? ¿qué es eso?
Para este comentario me abstuve -y me costó mucho- de investigar si esta palabra existe y qué nombra.
Sabes -¿sí que lo sabes, verdad?- que amo a Julio y esto me encantó porque no entiendo pero supongo, no sé pero imagino y floto pero no vuelo... así que, ahora investigaré. Al rato vuelvo
besitote
Hola, Máximo!
Hace mil años que no venía y me encuentro con cosas diferentes de tus viejas musas extraviadas.
Tendré que ponerme al día. Aprovecharé el finde porque ahora estoy en el diario.
Feliz fin de semana para vos.
BACI, STEKI.
Huggh: Psicosis A y sin Hitchcock. Gracias, Hugo. Un abrazo.
Vane: Me reconozco cronopial. Hablás de una resistencia. Está muy bien. Es otra mirada. Gracias. Un beso.
aminuscula: Hay que volver a leerlo siempre. Ahora salió un nuevo libro de él con inéditos. Gracias. Besos cronopios.
Beatriz: Tengo el vicio de andar siempre resignificando, que viene de un vicio mayor: el de no aceptar las cosas tal como son. Gracias! Un beso.
Szarlotka: Es un capítulo precioso. icono. Gracias por tus palabras. Y por tu voz. Un beso.
Paloma: Creo en el fondo que le hubiese gustado. Qué sé yo, uno nunca sabe. Esa es una sonrisa sin barbijos.
Gracias. Besos.
Fguicich: No tiemble, amigo, ja ja. Gracias, Fernando. Un abrazo.
Abril: Ni con la mía. Es un muro contra los demostradores de afecto. Gracias. Un beso a pesar de todo.
Yo y mis: Libre, tratando siempre, de conectar, de buscar, de pensar, amiga. Gracias. Besos y sonrisas.
Nelais: Es el mejor impulso que te pueda nacer. Y más sabiendo ahora que los barbijos no impiden el contagio. Gracias! Un abrazo.
Anónimo: Gracias. Pero decime quién sos. Por favor.
Ade: Y eso está bueno. Ese deseo. Gracias, Ade. Va un beso sin barbijo.
Julia: Me alegro mucho, Julia. Un abrazo.
Keiko: Si yo fuera un genio te cumpliría tres deseos, ja. Gracias!!! Un beso.
Gingerale: Gracias. Yo creo que sí. ¿Y a la Maga? Nadie la nombra: ¿qué hubiera dicho ella? Un beso.
Gustavo: Saquelo del horno, que se va a calentar. Yo lo conozco a Julio. Gracias. Un abrazo.
Josefa: Ustedes creo que le dicen tapaboca. Vuelva cuando guste. Un beso.
Steki: Cuando quieras, amiga. Gracias por pasar. Un beso.
Toda la culpa de mi escritura la tuvo la profe de literatura del tercer año que nos obligó a memorizar ese capítulo siete de Rayuela, y entonces toqué tu boca, con la punta de mi dedo toqué tu boca esa boca que me inventa los miles paraisos, esa boca que jamás se equivoca con ese seño de señor palabras que como hormigas van comiendo todo el dulce de estos años inocentes y entonces mi dedo que dibuja en el aire donde tu boca la empuja los treboles de la buena suerte y entonces el sabor a yerbabuena buenita como tus labios que me nombran, los que me dan vida...Uy, era así? Siempre que cierro los ojos me pierdo y no sé si es el abismo de tu boca que me hace caer o...
Bueno, yo escribí la porsa que se llama La Maga y se la escribí a Julito igual si no lo digo no te enterás y pensaras que puede ser para vos; yo tu maguita donde sé que te "encanto".
(me encató tu texto, ¿se notó?)
Sensiblemente, Ella.
Fanny: ¿Cómoooo...? ¿No era para mí? Buahhh!!!
Me encantó y usted suelta así y decidora también me encanta poeta-musa y maga. Gracias!!!
Un beso!
Sensiblemente, Máximo.
Maximus:
Eres lo máximo... Admiradora incondicional, rendida, con el fragmento de la boca me reí, y con el que continúa... ¡me calenté!
Caso perdido de mutua admiración
Abrazote
Ana Silvia Mazía, la diariera
Gracias, Ana!
Me hiciste reír. Un beso!
Excelente texto! Sos un poetazo Máximo!Cuánta sensibilidad àra hablar sobre semejante tema!
Gracias por tus comentarios en mis post! Te dejo un gran abrazo! Voy subiendo cosas nuevas todos los días.
Me emocionó como resignificaste el texto de Cortázar!!!
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