Tomar un viejo paraguas negro,
retorcerlo, desvencijarlo, aplastarlo
contra el piso, quitar el mango.
Elegir una noche de luna llena.
Salir al jardín con el paraguas roto
y una cámara fotográfica.
Arrojar el paraguas al aire directo
a la luna y tomar una fotografía.
Hacerle creer a todos que la foto
es de un murciélago surcando la luna.
1 comentario:
Mirá vos! Así de fácil era, y pensar que hay gente que se pasa meses con cámaras con lentes infrarrojos para ver a esos bichos surcar la luna.
Como dijo el gran Mendieta: Que lo parió!
Mariano (mate cocido 2)
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