El repartidor de diarios arroja
palomas muertas.
Un perro en la avenida
aúlla con angustia metafísica.
Su aullido pega contra los vidrios
del HSBC Bank.
El portero del alto edificio
manguerea el llanto de una mujer
dando de mamar a su hijo.
Huele a pis de gato.
En el niño tomando pecho
hay una sonrisa que enciende los vidrios
de la casa funeraria.
Cuando el niño deja de mamar,
el pecho de la madre apunta al cielo.
Es el único sol que ilumina la calle.
19 comentarios:
Ufff Poeta!!!
tienes una magistral manera de escribirle a la vida misma...
Un beso!!!
Mil besos!
Maximo!
Exquisita poesía,me haces llorar!
Besos de
Mía
Una instantánea ciudadana, narrada con maestría.
Saludos, amigo!
Qué paseos por Buenos Aires me das. Nada mejor que ir acompañada de un gran poeta.
Admiración y besos,
musa
Me estremece.
Las imágenes tan conocidas, de andrajos, miserias y poderes. Vitrinas de nuestra amarga sociedad, contrastes, siempre contrastes....Con-trastes.
Estabas sentado en un café?
Buena perspectiva.
Besos!
Una hermosa postal llena de símbolos. Muy bueno!!! Abrazos.
Un poema repleto de surrealismo, de poesía y magia. Un poema como un cuadro con sus pinceladas... Me gustó la imagen que proyectas con tus palabras, una vez más.
Besos desde mi orilla.
Pasar por aquí es como enfrentarse a algún momento de esos que te deja el clima, un amanecer en el que llueve, algún colorado sol trepando las colinas eternas del atardecer.
Un abrazo.
Esa bella y atenta mirada como una prolongación entre lo propio y lo ajeno y tu palabra para narrar una postal cuyo final me deja en estremecido silencio.
Gracias, Máximo
La vida fluye cuando cantaros de leche se vierten sobre el nacido...
Besitos.
Es de mañana, está gris y ya no sabemos si nuevamente lloverá, apenas goteará lágrimas perdidas o terminará imponiéndose el sol. Nos acomodamos los abrigos que nos quitamos hace más de un mes y salimos al frio insólito de este miércoles en el que Max verá todo aquello que el resto omitimos. Puede que por la lluvia. O el frío.
Y siempre encontramos algo que ilumine la calle, es nuestra razón de ser, buscarle la lucecita a un mundo que se acaba en sinsentidos.
Muy bello.
el ùnico sol entre tantas tristezas es la vida del que aùn no sabe y en su ingenuidad tiene la fuerza de la lucièrnaga (aquì se llama "copechi", te gustarà el nombre)que trata de iluminar la oscuridad del nocturno y mediocre mundo urbano ... no sè si deprimirme o sonreir. Pero esa no es decisiòn, a fin de cuentas, asì que dejo llegar lo que llegue.
Como espero que te llegue, como solocito este beso con pancita de copechi
Me gustan tus poemas, Maximo: un placer encontrarte.
Saludos
Recorde lo que sentia cuando amamantaba a mi hija, me sentia iluminada e iluminando, el mundo se detenia y todo era emocion fluida y liquida, y la sonrisa satisfecha de ella era una explosion que me encendia de vida. Bellisimo, gracias. Y un beso.
cieloazzul: Gracias!!!
mia: No, no llores. Gracias.
Diana L. Caffaratti: Gracias, Diana.
Las3Musas: A pasear entonces. Gracias!!!
Ferípula: No, esta vez no estaba sentado en un café. Caminaba. Gracias.
fgiucich: Es verdad, muchos símbolos. Gracias.
Maria Coca: Gracias por lo del cuadro, gracias por mirarlo.
Marco: Es hermoso esto que me dejás. Gracias.
Mar: Gracias a vos, Mar. Hermoso comentario.
Darilea: Preciosa figura utilizás, gracias.
Abril Lech: Qué tiempo loco, sí. Algo debo haber omitido porque ando resfriado. Gracias.
Furtiva. Es verdad, buscar esas luces en medio de la gran ciudad. Gracias.
jose fá: Que tengas muchas copechi, me encantó el nombre. Gracias.
Lamusadeloko: Bienvenida y gracias.
Azul Caleidoscopio: Conmovedor y bello esto que me contás. Y qué bueno que te hayas conectado con ese momento. Gracias.
Querido Máximo con ahínco leo tu poesía y cda vez más me esplayo en tu literatura , salud-os de un simple trabajador de la Constru'
Publicar un comentario