A las seis de la tarde entra al living el tañido de las campanas del Santa Isabel. En conjunto sonidos graves y alegres. Aunque de una alegría ciertamente obispal.
Dejemos a los obispos. Prefiero pensar que Quasimodo esta’ de buen humor.
1 comentario:
Anónimo
dijo...
Estuvimos leyendo los poemas que escribiste. Y nos encantaron! Segui escribiendo, que nos quedamos con muchas ganas de seguir leyendo y conocer tu poesia.
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Estuvimos leyendo los poemas que escribiste.
Y nos encantaron!
Segui escribiendo, que nos quedamos con muchas ganas de seguir leyendo y conocer tu poesia.
Reina Poroten Activia
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